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En esta ocasión nuestra ruta, con salida y llegada al pabellón de Villanueva de Jiloca, discurre por la margen derecha del valle del Jiloca, a lo largo de nuestro itinerario de unos 15 km, pasearemos por caminos y sendas y visitaremos la Ermita de San Antón, punto donde se juntan los términos de Daroca, Nombrevilla y Villanueva de Jiloca, con solo una altura de 960 metros nos ofrece una amplia panorámica de la zona, además de unos magnificas” esculturas” realizadas por la erosión.
A partir de aquí y por buen camino que sigue la línea de los términos, accedemos al punto más alto de recorrido y del termino de Villanueva, Cerro Gordo 1000 m.
Ahora comenzamos a descender por un cordal con buena panorámica y ligera senda hacia el barranco de Valdecalera, ya en el término de San Martin del Rio, cruzaremos este barranco para acceder a una antigua senda, entre Anento y San Martin, para continuar nuestro descenso hacia la Vega , ahora ya por buen camino , entre huertos y frutales y sin desnivel, regresamos al punto de partida, Villanueva de Jiloca.
Para ver el recorrido y sus características pincha aquí.
* NO SE INSCRIBIRÁ A NINGÚN SENDERISTA EL MISMO DÍA DE LA PRUEBA
** RECUERDA QUE SI QUIERES VENIR ACOMPAÑADO DE TU PERRO, ÉSTE DEBERÁ IR ATADO DURANTE TODA LA ANDADA Y TÚ SERÁS EL RESPONSABLE EN CASO DE CUALQUIER INCIDENTE
PUNTO DE ENCUENTRO: Pabellón de Villanueva de Jiloca.
PROGRAMA
8:00 - 8:45 Desayuno y entrega de Pasaportes
9:00 Salida de la ruta
13:30 Llegada de los últimos senderistas
14:00 Comida (Imprescindible apuntarse al hacer la inscripción online)
MENÚ
Ensalada mixta
Costillas al horno con patatas
Postre
Bebida y pan
INFORMACIÓN SOBRE VILLANUEVA DE JILOCA
Villanueva de Jiloca pertenece a la provincia de Zaragoza, distando 88 Km de la capital y escasos 5 Km del límite con la provincia de Teruel. El pueblo se asienta a 790 m de altitud y comprende unos 8 Km2 de extensión.
Aparece camuflado entre pequeñas y agrestes colinas de monte bajo salpicadas de pinares, choperas y viñedos. Actualmente tiene una población de 65 habitantes y durante los meses estivales su población ronda los 120. Los habitantes de Villanueva de Jiloca reciben el nombre de "villanovanos".
La fiesta patronal de mayor importancia tiene lugar el primer fin de semana de agosto. Se celebra en conmemoración de la Virgen del Rosario, patrona de la villa.
El atractivo de esta villa reside en su aspecto peculiarmente rural y mudéjar con calles estrechas e inclinadas. En el centro de la Plaza Mayor encontraremos una placa conmemorativa de Arnaldo de Villanueva, un importante médico del siglo XIII oriundo de Villanueva de Jiloca. Frente a la placa encontramos el edificio que alberga el Ayuntamiento, de estilo neomudéjar, fortificado con rejas y piedra de sillería.
Hasta el año 2004, en la plaza también podíamos encontrar los restos de una antigua olma. Este árbol estuvo ligado a la historia del pueblo durante más de doscientos años. Debido a una enfermedad tuvo que ser talada, conservándose parte del tronco y ramaje durante los últimos años. Finalmente los restos de esta olma fueron totalmente amputados de la Plaza Mayor de Villanueva de Jiloca en el año 2004 por peligro de que provocasen un accidente en caso de desplome.
El origen del nombre de la mayoría de sus calles está ligado a un trágico suceso de su historia reciente. En 1901 el pueblo fue asolado por una gran tormenta. Lluvias y riadas destruyeron muchas de las calles que hoy componen el pueblo. Los nombres actuales de estas calles corresponden con las entidades que donaron dinero para las reparaciones.
Destaca la iglesia parroquial de San Gil de estilo mudéjar. Formada por techumbre a dos aguas, un pequeño ábside y un ajustado cimborrio de dos cuerpos decorados con arquillos ciegos. Consta además de un robusto campanario, rematado con otro de menor tamaño. La sobria fachada muestra un enorme arco de medio punto decorado con motivos geométricos, además de un enorme portón de madera. Flanqueando el portón encontramos adosado un arquitrabe decorativo con remates mudéjares de gran belleza. Encima de este conjunto hallamos cuatro vanos circulares, tres de ellos acristalados y el restante de muy pequeño tamaño. En la parte superior de la fachada se encuentra el típico remate mudéjar a base de ladrillos en disposición geométrica.